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Todos queremos saber cuál es nuestra vocación espiritual. Nos dará un propósito y una dirección a nuestra vida. Pero para la mayoría de la gente, es muy difícil saber cuál es esta vocación. He estado buscando mi vocación espiritual durante muchos años. Muchas veces me desvié, pero cuando por fin entendí cuál era mi vocación todo tuvo sentido.
Identificar tu vocación espiritual
Identificar tu vocación espiritual es fácil. Sólo tienes que profundizar en tu interior y escuchar a tu ser superior. Esto no se hace concentrándose en el acto de escuchar, sino deshaciendo todo lo que te bloquea para oír el mensaje que se te comunica en el silencio de tu mente.
¿Qué es una vocación espiritual?
Para poder identificar tu vocación espiritual, primero tienes que saber cuál es. La mayoría de la gente cree que es aquello que estás destinado a hacer y que está más alineado con tu propósito superior, aquello en lo que eres bueno y que puede ser útil para el mundo de cualquier forma.
Esto en sí mismo no es incorrecto. Sin embargo, sería un error pensar que es algo que haces externamente, fuera de tu mente.
Podrías pensar en cualquier tipo de vocación que ayude a otras personas de tu entorno. Como trabajar para una organización sin ánimo de lucro en países desfavorecidos o convertirte en life coach para guiar a otras personas hacia más éxito, salud, riqueza y felicidad. Pero esas cosas no son vocaciones espirituales.
Seguramente puedes referirte a estas cosas como una vocación porque pueden estar en tu destino. Y es muy probable que sientas que es algo natural para ti en tu vida. Después de todo, se supone que estás haciendo exactamente eso para cumplir con tu propia felicidad y la de muchos otros.
Pero el significado de una vocación espiritual es algo totalmente diferente. Para entender qué es una vocación espiritual, debes saber qué es la verdadera espiritualidad.
En resumen, es el simple acto de ver todo y a todos como Espíritu, así como identificarse con el Espíritu y nada más que el Espíritu. Para entender este concepto, tal vez quieras leer el artículo que escribí sobre el no-dualismo, puede abrirte los ojos.
Eso significa que realmente sólo puede haber una vocación espiritual para todos, la misma que para todos los demás. Y eso es identificarse con el Espíritu y reconocer la identidad subyacente como Espíritu en todo y en todos los que pongas la mirada en este universo.
Y no importa lo que hagas en tu vida, siempre puedes cumplir con este llamado espiritual porque no es algo que hagas en el mundo. Es algo que haces en tu mente.
Es una forma de vida, un cambio de perspectiva, y te traerá inevitablemente la paz interior.
¿Cómo identifico mi vocación?
Por supuesto, cuando leas esto puede que te resuene, pero eso no significa que sientas realmente esa llamada desde dentro de ti mismo y puede que aún te preguntes: “¿Cómo sé que tengo una vocación espiritual?”. ¿Y cómo encontrar mi vocación espiritual?
Es imposible que alguien no tenga una vocación espiritual, y también es imposible que alguien tenga una vocación espiritual diferente. La realidad subyacente de nuestra existencia es la Unicidad. Nuestra fuente es la misma: el Espíritu.
En lo más profundo de nuestro ser, todos sabemos quiénes somos y qué somos. Y todos queremos volver a casa, todos queremos volver al lugar de donde venimos. Es inevitable y ya está escrito en las estrellas para todos cuando eso sucederá. Pero aunque tu destino esté fijado, todavía tienes que tomar la decisión de mirar más allá de tu miedo y entender qué es lo que realmente deseas.
La mayoría de la gente no tendrá el coraje de ir tan profundo y continuará jugando en este mundo dualista, tratando de encontrar algo a lo que pueda dedicar su vida y hacer un impacto en el mundo que les rodea. Para aquellos que tengan la suerte de encontrar su vocación, es fantástico y les hará la vida mucho más agradable.
En mi vida, he tenido la gran suerte de haber encontrado varias vocaciones. En la primera parte de mi vida, me dediqué plenamente a mi carrera como jugador de voleibol. Y ahora, en la segunda etapa de mi vida, me siento muy afortunado de haber encontrado la pasión por escribir, crear contenidos y compartir todo lo que aprendí sobre el desarrollo personal y, especialmente, el amor y la verdadera espiritualidad.
Todo lo que aprendí lo hice profundizando en mi interior. Y poco a poco llegué a ver que nuestra verdadera vocación espiritual no puede ser algo individual. Debe ser un propósito compartido por todos nosotros porque estamos unidos en uno como Espíritu.
Así que, si realmente quieres identificar tu vocación espiritual, sólo puedes hacerlo yendo a lo más profundo de tu ser. Deshaciendo todas las capas que te has puesto encima de tu verdadera esencia. Y mientras no te reconozcas a ti mismo y al mundo que te rodea como Espíritu, no podrás identificar completamente tu vocación espiritual.
¿Cómo sabes cuál es el llamado de Dios para tu vida?
Una vez que profundices tanto y hayas deshecho tantas capas que seas capaz de empezar a identificar quién eres realmente, verás inevitablemente que eres uno con el Espíritu, con Dios. Dios es esa Unicidad subyacente que todos llevamos en nuestra memoria.
Pero si Dios es la Unicidad significa que sólo puede haber una cosa. Significa que todo lo que puede ser percibido como separado de esa Unicidad es una ilusión. Y también significa que Dios no te reconoce como ser humano. Él sólo ve la Unicidad y nos creó a su semejanza, lo que sólo puede significar que somos lo mismo que Él. Unidos en esa misma Unicidad.
Si Dios sólo ve esta Unicidad, entonces no puede ser posible que Él tenga una vocación para tu vida. El llamado de Dios para tu vida no viene de Él directamente. Él todavía te ve como uno con Él. Pero el llamado de Dios para tu vida viene de lo más profundo de ti mismo. De los recuerdos de la verdad, que poco a poco irás descubriendo.
Es una voz silenciosa, un secreto, enterrado en el centro de todos y todo en el universo. Aquellos que nos han precedido y han seguido la guía de este maestro silencioso dentro de sí mismos han cumplido con su llamado espiritual. Han vuelto a casa, a la mente de Dios, donde todo es uno.
Todo el mundo acabará siguiendo ese mismo camino. Es algo que no podemos cambiar. Lo único que podemos hacer es tomar la decisión de recorrer ese camino ahora.
Si guardas el suficiente silencio podrás sentir esa profunda llamada interior. Todos anhelamos estar en el lugar al que pertenecemos. Nada ha sido capaz de satisfacer la necesidad de ese sentimiento de pertenencia durante un periodo prolongado.
La verdadera paz interior sólo puede llegar cuando has encontrado el verdadero propósito de tu vida. Y una vez que tu corazón se ha rendido a la unión con el amor de Dios, puedes descansar y dejar de buscar. Porque has encontrado lo que buscabas durante tanto tiempo.
Aceptar tu vocación espiritual
Y después de todo el dolor y el sufrimiento, todas las capas que has deshecho. Toda la resistencia que has tenido que superar, tanto externa como internamente, y todas las pequeñas batallas con la mente del ego, tratando de mantener intacta su percepción dualista del mundo. Aquí estás, con las manos vacías, y listo para aceptar tu vocación espiritual.
Es difícil aceptar un llamado espiritual que deshace lo que eres. Un llamado que destruye tu individualidad y toda tu percepción del mundo tal como lo has llegado a conocer y entender. Un mundo que, al mismo tiempo, nunca te ha traído la verdadera paz interior. Y sólo algunos momentos de felicidad aquí y allá.
Reconocerás el momento en que estés preparado para aceptar tu verdadera vocación espiritual. Será el momento en el que no quede nada que ganar en el mundo dualista para ti. No te has rendido, pero has cedido. Te has rendido y has dejado de dar voz a la desesperada necesidad de separación.
En su lugar, ahora puedes escuchar el silencio desde tu interior. El silencio con un mensaje de amor y unión. siempre estuvo ahí, sólo esperando que estuvieras listo para aceptarlo y abrazarlo.
Ahora estás aquí, la elección es tuya una vez más. Siempre surgirán tentaciones para tratar de encontrar otra vocación más específica para ti. Pero una vez que hayas visto quién eres realmente, comprenderás que elegir cualquier cosa que no sea tu verdadera vocación espiritual sólo retrasará tu paz interior, tu alegría y tu felicidad.
Aceptar tu vocación espiritual puede ser una de las cosas más difíciles de hacer porque tendrás que renunciar a todas tus necesidades individuales y especiales que solían satisfacer tu hambre de reconocimiento de una forma u otra.
Pero sabrás cuándo estás preparado para abrir los brazos e invitar a esta nueva comprensión del mundo y de ti mismo, para cumplir con tu vocación espiritual y encontrar una paz interior y una felicidad duraderas.
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