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Hoy vamos a hablar de una de las cosas con las que tantos experimentáis dificultades estos días: cómo armonizar la espiritualidad con vuestra vida cotidiana.
Al final de este artículo, entenderás por qué tu vida cotidiana puede ser extremadamente valiosa para tu crecimiento espiritual y cómo una espiritualidad bien equilibrada se expresa en tu vida. Terminaremos con 5 formas prácticas de armonizar la espiritualidad con tu vida diaria.
Cómo La Vida Puede Ser Extremadamente Valiosa Para Tu Crecimiento Espiritual
El proceso del despertar espiritual es un camino personal para cada uno. No puedes comparar el tuyo con el de otra persona. Sin embargo, después de hablar con tanta gente a lo largo de los años, he visto algunos patrones claros que aparecen para la mayoría de las personas. Uno de ellos es querer salir de la vida “normal”. Liberarse de un trabajo de 9 a 5 y vivir más cerca de la naturaleza.
Algunos incluso habéis dado el paso de dejarlo todo, vivir en una furgoneta, dejar el trabajo, mudaros a otro país y otros cambios drásticos. Pero muchos de vosotros estáis estancados, no sois felices con vuestra vida anterior y, al mismo tiempo, no sabéis realmente qué hacer a continuación. O puede que ni siquiera os sintáis inspirados para hacer nada.
La cuestión es que el principal motivo de todo esto es la necesidad de paz interior. Y, aunque cambiar tu vida y adaptar tu entorno externo para que puedas vivir una vida tranquila y sin prisas puede ser un gran impulso para lograr esa paz interior, es obvio que para muchos esto no funciona. Te quedas estancado, sin motivación ni inspiración. Sin ganas, sin energía, sin objetivos.
Y aunque, con el tiempo, el proceso de despertar espiritual conducirá a un estado mental desapegado y sin deseos. La apatía y la falta de inspiración, que conducen a la inquietud y la depresión, definitivamente no forman parte de eso.
Cuando estás espiritualmente despierto, estás en sintonía con el Espíritu, estás inspirado. Y el estado mental de inspiración es incompatible con la apatía. Así que, aunque algunos maestros espirituales han alcanzado la iluminación sentándose bajo un árbol y meditando durante 18 horas al día, ésta no será la forma de incorporar la espiritualidad a la vida para la mayoría de nosotros.
Hay que encontrar un equilibrio entre la vida cotidiana y la práctica espiritual. Y el crecimiento espiritual para la mayoría de nosotros se desencadena y estimula mediante un ciclo continuo de interacción con el mundo e introspección del Ser. Y precisamente por eso, no escapar de la vida “normal” puede ser muy valioso para tu crecimiento espiritual. Porque el contraste te brinda la oportunidad de mirar hacia dentro y aprender más sobre ti mismo.
¿Cómo reaccionas ante la adversidad? ¿Y ante el éxito y la fortuna? ¿Perturba tu paz interior? La vida es una bendición, y puedes convertirla en una clase magistral para tu graduación espiritual.
Y aunque sentarse bajo un árbol todo el día puede ser muy apacible, no te da muchas oportunidades de descubrir si esa paz interior que sientes es estable y de algún modo permanente o no.
Cómo Se Expresa en Tu Vida Una Espiritualidad Equilibrada
Entonces, experimenta la vida con todos sus altibajos y utilízala para mirar hacia dentro. ¿Dónde, cuándo y cómo tu vida diaria y tus interacciones con otras personas interrumpen tu paz interior? Y luego, una vez que hayas establecido la paz interior, independientemente de tus circunstancias externas, ve a sentarte bajo ese árbol si te sientes inspirado para hacerlo.
Cuanto más lejos estés en tu camino hacia el despertar espiritual, más lo verás reflejado en tu vida. En primer lugar, sentirás los cambios en tu interior. Descubrirás que hay menos cosas que te alteran. Otras personas y las circunstancias de tu vida ya no afectan tanto a tu estado mental y emocional. Serás más paciente, comprensivo y compasivo. Los pensamientos y sentimientos amorosos inspirarán la mayoría de tus reacciones ante los acontecimientos externos. Podrás disfrutar y apreciar más las cosas sencillas de la vida.
Las personas que te rodean notarán esos cambios en ti. Puede que te comenten lo tranquilo que estás siempre, o que tu energía es tan relajante y reconfortante. La gente se sentirá atraída por ti y te pedirá ayuda y consejo. Ahora te estás convirtiendo poco a poco en un faro de luz para tu entorno.
Y eso empezará a expresarse aún más en tu mundo exterior. Cuanto más en sintonía estés con tu esencia, con el Espíritu, más inspirado te sentirás y tu vida tendrá un flujo natural. Las cosas parecen venir a ti más fácilmente porque tu paciencia y tu estado interior independiente, permiten que la vida se desarrolle sin ninguna interferencia que bloquee la alineación con lo que ya es.
Formas Prácticas de Armonizar La Espiritualidad Con La Vida Cotidiana
Pero llegar a ese punto requiere un esfuerzo consciente y constante por tu parte. Y, aunque hay muchas más cosas que puedes hacer para integrar la espiritualidad en tu vida diaria, éstas son las que me han parecido más importantes e impactantes para mí.
1. Tiempo Para Uno Mismo
En el día a día es fácil despistarse. Por eso es tan importante encontrar al menos un momento, pero preferiblemente dos o más, a lo largo del día para dedicarte tiempo a ti mismo. Si sólo tienes tiempo para un momento, hazlo antes de acostarte. Repasa tu día y libera tu apego emocional a las historias de ese día. Mira en tu interior y encuentra el amor, independientemente de lo que haya ocurrido ese día.
2. Responsabilidad Radical
Cuando estamos absorbidos por la vida en el mundo exterior, es fácil encontrar la razón de nuestro estado interior ahí fuera. Pero esa nunca puede ser la verdadera razón. Mira siempre hacia dentro y reconoce y comprende que, te sientas como te sientas, ha sido tu elección sentirte así. Y lo que es más importante, puedes estar triste o feliz y entusiasmado, pero si tu paz interior se ve alterada, es tu responsabilidad. Siempre.
3. Prioriza Tu Mundo Interior
A través de esa responsabilidad radical, llegarás a comprender que tu estado interior es mucho más importante que las circunstancias externas de tu vida. Y también empezarás a ver cómo están interconectados. Mira fuera y úsalo como guía, y así se reflejará dentro. Mira hacia dentro y úsalo como guía, y así lo verás reflejado en tus circunstancias externas en el mundo.
4. Vivir Con Intención
Cuando dediques tiempo a ti mismo, asumas la responsabilidad radical y des prioridad a tu mundo interior, verás cómo todo lo que piensas, sientes, dices y haces repercute en tu estado interior. Esto te lleva a ser más intencional en todo. Antes de pensar, decir o hacer algo, entiende cuál será el resultado. Vive intencionadamente, vive con un propósito.
5. Ten Metas Alineadas Con Tu Propósito
Luego, cuando hayas implementado consistentemente las primeras 4 formas de armonizar la espiritualidad con tu vida, establece una meta. Tener un objetivo da sentido y propósito a la vida, la hace más agradable para todos los que aún no estamos iluminados. Asegúrate de que esta meta esté alineada con la inspiración que fluye de tu interior. Lo más probable es que este objetivo esté relacionado de un modo u otro con el servicio a los demás.
