Manutención Espiritual: Mantener Limpio el Cubo

por Martijn
Manutención Espiritual: Mantener Limpio el Cubo

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Uno de los artículos más populares del canal es aquel en el que explico por qué las personas que están pasando o han pasado por un despertar espiritual no tienen motivación para nada en la vida. En ese artículo utilizo una analogía en la que me refiero a un cubo lleno de agua. Y, últimamente, muchas personas han hecho comentarios al respecto. Así que pensé que sería útil profundizar un poco más.

Al final de este artículo sabrás exactamente por qué el camino espiritual parece volverse más duro y doloroso cuando llevas unos años en él y la “fase de luna de miel” se ha disipado. Y también comprenderás que, en realidad, se trata sólo de una sensación. Y habrás recuperado la confianza y la motivación para seguir adelante, para no rendirte y hacer el trabajo para tu mantenimiento espiritual. Así podrás sentirte en tu mejor momento independientemente de lo que la vida te depare.

Por Qué la Espiritualidad Parece Volverse Más Difícil Con el Tiempo

A muchos de nosotros nos ha pasado. Comenzamos nuestro camino espiritual con mucha positividad y buenas vibraciones. Pero después de un tiempo empezamos a experimentar cosas como la soledad, pérdida de motivación, dolor emocional, dudas e incertidumbre, y muchas veces incluso dolor físico y malestar.

Es bastante sencillo de explicar, y utilicemos aquí la analogía del cubo lleno de agua. Todos sabéis que cuando tenéis un cubo lleno de agua y suciedad, tenéis agua sucia. Al verter continuamente agua pura y limpia en ese cubo, la suciedad saldrá del cubo lenta pero seguramente junto con el exceso de agua.

De vez en cuando, algunos trozos de suciedad incrustada se desprenderán del cubo y parecerá que el agua se ha ensuciado de nuevo. Y cuando dejes de verter esa agua pura y limpia, o no prestes atención durante un tiempo, volverán a caer trozos de suciedad en el cubo.

El cubo es tu mente en un camino espiritual. El agua son los pensamientos y experiencias con los que alimentas tu mente. Y la suciedad son los traumas enterrados en lo profundo y los pensamientos y experiencias que no están alineados con la versión nueva y limpia de tu mente.

¡La Espiritualidad es Maravillosa! Fase de Luna de Miel

Al principio, cuando te embarcas en un camino espiritual todo es nuevo y emocionante. Aprendes cosas y prácticas nuevas que te hacen sentir bien y, sin duda, añaden calidad a tu experiencia vital. A menudo conoces a gente nueva porque exploras nuevas experiencias como terapias alternativas, clases de yoga y meditación, o puede que te unas a seminarios de maestros espirituales o autores de libros y material de autoayuda. Esto te da un impulso de energía y te confirma que este camino es el adecuado para ti, que te aportará salud y tranquilidad.

Esta es la fase en la que todavía tienes un cubo lleno de agua sucia pero has abierto el chorro de agua pura y limpia. Obviamente, muy rápidamente se nota la diferencia porque el agua se aclara rápidamente. Todos los trozos de suciedad sueltos salen rápidamente del cubo y la espiritualidad es lo más asombroso que has experimentado nunca porque te sientes muy bien.

¿Qué Me Está Pasando?

Pero al cabo de un tiempo, ya te estás acostumbrando a tener un cubo lleno de agua relativamente limpia. Y empiezas a notar que tu vida ya no es la misma. Y aunque hoy en día mucha gente ansía los cambios, no son muchos los que han aprendido el arte del desapego. Así que sigues sintiéndote apegado a tu antiguo estilo de vida. Sabes muy bien que ya no puedes volver atrás, pero has perdido amigos, tus objetivos en la vida ya no son los mismos, tus intereses se han transformado drásticamente e incluso puede que hayas perdido la motivación y las ganas de vivir.

Todo esto ocurre mientras tu cubo está mucho más limpio que antes. Es muy importante que lo entiendas. Te sientes peor que antes, pero eso es sólo una sensación. Estás mucho mejor. Simplemente aún no has aprendido a ser esta mejor versión de ti.

El Dolor y Los Traumas Profundos se Liberan

Luego, por si fuera poco, llegas a la fase en la que esos trozos de suciedad incrustados en el cubo empiezan a soltarse. Has llenado tu cubo con tanta agua pura y limpia que la resistencia de esos viejos traumas de tu infancia y quizás incluso de vidas pasadas empiezan a ceder. Tienen que liberarse, pero para ello necesitan flotar hacia la superficie. Y ahí es donde inevitablemente los verás y experimentarás.

Al mismo tiempo, si antes caía algo de suciedad en tu cubo, nunca notarías la diferencia porque el agua del cubo ya estaba sucia. Ahora, cada pequeña mancha de suciedad que cae perturba enormemente la pureza del agua. Y empiezas a darte cuenta de que la espiritualidad es una labor muy seria y diaria. Y ahora que tienes un cubo limpio no hay salida. No tienes opciones. O haces el trabajo o te destruyes dejando que tu cubo se llene de suciedad otra vez.

Paz

Y entonces, finalmente, se llega a la cuarta fase. La paz.

Yo, definitivamente, todavía no estoy en esta fase. Pero he visto destellos de ella y sé que está llegando.

Es el momento de la madurez espiritual. Has explorado tu cubo por dentro y por fuera. Eres plenamente consciente de los últimos trozos de suciedad que siguen pegados al fondo de tu cubo. Y has aprendido a lidiar con los que se liberan. Aceptas que de vez en cuando tu agua se verá perturbada por un poco de suciedad del mundo exterior y tienes las herramientas y los recursos para eliminarla rápidamente y mantener limpio tu cubo.

Esta etapa de tu camino espiritual será bendecida con paz y alegría, y una vida feliz es mucho más alcanzable cuando has llegado conscientemente a este estado de paz interior manteniendo deliberadamente limpio tu cubo cada día.

Manutención Espiritual: Cómo Mantener Limpio Tu Cubo

Ahora que sabes lo que te está pasando, en qué fase estás y por qué te sientes como te sientes, es hora de llegar a lo más esencial: cómo mantener limpio tu cubo. He descubierto que las siguientes cuatro cosas son clave en todas las fases de tu camino espiritual, y cuanto más lejos te encuentres en tu camino, más notarás su impacto.

1. Prácticas Espirituales Para Observar Tu Mente

Asegúrate de poner en práctica algún tipo de práctica espiritual que implique observar tu mente. Por supuesto, la meditación y la atención plena o el mindfulness son las prácticas más conocidas, pero existen en innumerables variedades diferentes. Dedica un tiempo cada día a observar tus pensamientos sin interferir. Dedícale al menos entre 10 y 15 minutos al día y notarás una gran diferencia.

2. Cuerpo Limpio, Mente Limpia

Tu mente y tus pensamientos determinan la calidad de tu vida. Tener un cuerpo que funcione bien hace mucho más fácil mantener la mente limpia. Por lo tanto, una de las mejores cosas que puedes hacer es cuidar de tu cuerpo. Haz ejercicio, a diario si puedes, sigue una dieta sana con mucha fruta y verdura, y date el placer de un baño caliente o una visita al Spa de vez en cuando. Tu cuerpo es el vehículo de tu mente en esta experiencia humana. Asegúrate de crear el mejor entorno posible para que tu mente prospere.

3. Mantente Fiel a Ti Mismo

Cuando atravieses estas diferentes etapas del camino espiritual, la vida te lanzará tentaciones y distracciones cada día. A veces te resultará fácil mantenerte fiel a tus creencias y a las decisiones que has tomado sobre tu estilo de vida, pero a menudo esas tentaciones serán tan fuertes que empezarán a causar confusión. Si mantienes tu práctica espiritual diaria y cuidas bien de tu cuerpo, te resultará mucho más fácil mantenerte fiel a ti mismo, a tus creencias y a tu camino espiritual personal.

4. Acepta La Suciedad y Haz el Trabajo

Por último, haz tu trabajo y mantén limpio el cubo todos los días. Será mucho más difícil si lo haces mensual o anualmente. Y el resto del tiempo dejas que tu cubo se vuelva a llenar de suciedad. Acepta que la suciedad caerá en tu cubo cada día y que es tu trabajo mantenerlo limpio. La espiritualidad no es una creencia, es una tarea diaria seria que requiere tiempo, disciplina y dedicación.

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