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El amor. La mayor fuente de felicidad y sufrimiento del mundo al mismo tiempo. Por desgracia, la duración del sufrimiento causado por el amor es mucho mayor para la mayoría de las personas. No tiene por qué ser así. Después de muchos años, por fin lo descubrí por mí mismo y, lo que es más importante, empecé a sentirlo de verdad desde lo más profundo de mi ser. Ha cambiado toda mi vida, ha cambiado mi percepción de la vida, mi relación con otras personas y cómo conecto con ellas, y me ha dado una sensación de libertad que rara vez había experimentado antes en mi vida.
Lo que aprendí es que hay cuatro conceptos básicos que debes entender para poder elevar tu percepción del amor.
- El Amor es Siempre Tráfico de Una Sola Dirección
- El Amor es Igual a Libertad
- El Amor Verdadero Eleva Tu Vibración
- Recibir Amor es Natural
El Amor es Siempre Tráfico de Una Sola Dirección
Empecemos por el primero. El amor es siempre tráfico de una sola dirección. Esto puede parecer muy extraño, porque ¿qué es el amor cuando no se comparte y fluye en todas direcciones? Y ésa es exactamente la clave para entender este principio. El amor tiene que ser unidireccional para fluir libremente.
Imagina una calle donde el tráfico del amor va en todas direcciones. Se producirán colisiones por todas partes y una gran parte del amor nunca llegará a su destino previsto. Hay conflictos de intereses, condiciones, normas, terceros que interfieren, atascos y, a veces, incluso semáforos para intentar regular el tráfico. E incluso para el amor que sí llega a su destino, rara vez lo hace sin daños físicos o emocionales.
Ahora, imagina una carretera privada, de un solo carril, rodeada de hermosa naturaleza, sólo accesible para ti, y que lleva a todos los destinos posibles que puedas imaginar. El amor en esta carretera tendrá un viaje increíble y tranquilo hasta su destino final.
Algunos pensarán que esta carretera es aburrida y elegirán voluntariamente el caos del tráfico, y no pasa nada. Pero al final, todos anhelarán la ruta pacífica de un solo sentido.
Esta analogía demuestra perfectamente que las circunstancias externas nunca influyen en el amor. Es el vehículo el que se pierde y es golpeado por el tráfico de la carretera, que hace que parezca que el amor está formado por acontecimientos externos. Tienes amor puro e inalterado dentro de ti, y depende de cómo trates a tu vehículo, tanto externa como internamente, a dónde lleves ese amor y cómo lo experimentes. Cuanto más protejas ese amor de las influencias externas, mayores serán las probabilidades de que llegue a su destino como estaba previsto.
El Amor es Igual a Libertad
Y cuando el amor que sientes dentro ya no lo cambian las circunstancias externas, por fin eres libre para amar incondicionalmente. Porque nada de lo que la gente diga o haga puede cambiarlo, viene de dentro. No está motivado por determinados objetivos o deseos, simplemente es.
Eso no significa que seas blando y dejes que los demás te usen y abusen de ti a su antojo. Al contrario, ves las máscaras de las personas que te rodean, así como las tuyas propias, y eres capaz de mantenerte fuerte y firme cuando es necesario. Actúas con compasión y comprensión, incluso cuando dices “no”.
Este tipo de amor no debe confundirse con el amor libre que parece estar tan de moda últimamente. No significa que tengas relaciones abiertas o que te acuestes con cualquiera que encuentres en tu camino. No tiene nada que ver con el amor romántico o sexual. Esos tipos de amor se basan en preferencias y elecciones individuales y forman parte del ser humano.
Pero la libertad que sientes cuando experimentas el amor verdadero trasciende todo eso. Y te permite simplemente amar, independientemente de que esa persona especial, amigo de toda la vida o familiar, esté físicamente presente en tu vida o no.
También te permite separar el amor verdadero de tus elecciones y preferencias personales. Sientes amor, independientemente de tu elección de estar con alguien o no, de compartir una parte de tu vida de un modo u otro con alguien o no.
El Amor Verdadero Eleva Tu Vibración
Este sentimiento de libertad es liberador y muy poderoso. Porque te permite ser quien eres en cualquier circunstancia. Eleva tu autoestima y tu sentido del valor propio, y te proporciona paz interior y un nuevo nivel de control sobre tu mente y tus pensamientos.
Porque el amor es la fuerza que impulsa el universo. Cuando dejas que tu percepción de él se vea influida por circunstancias externas, esa fuerza disminuye. Pero cuando dejas que sea tal y como es, eleva tu vibración, lo que conduce a una versión más auténtica de ti mismo. No todo el mundo podrá reconocer esto en ti. Pero tú verás el mundo con otros ojos y adquirirás una nueva comprensión del mundo que te rodea.
Y cuando eres más auténtico ves cómo el mundo que te rodea empieza a interactuar de forma diferente contigo. Esto significa que algunas personas se sentirán ahuyentadas y puede que se marchen y desaparezcan, y otras sentirán esa atracción magnética hacia ti. Las personas auténticas tienden a ser más atractivas, más admiradas, más respetadas, más queridas y más de muchas otras cosas. No es que esas cosas te importen cuando amas desde dentro. Pero sí que hace la vida más fácil y satisfactoria.
El truco está en saber equilibrar las experiencias externas con tus percepciones internas. Y mientras no te dejes engañar por ellas y te dejes guiar desde dentro en todo momento, podrás seguir siendo auténtico.
Recibir Amor es Natural
Pero es importante ser realistas por un momento. A menudo no es tan fácil no dejarse confundir o equivocar por tus percepciones. Por eso es importante comprender cómo se recibe el amor. Podrías pensar que ahora que eres más auténtico y te guías por el amor que sientes en tu interior, habiendo elevado tu vibración y viendo y sintiendo la admiración y el aprecio de la gente que te rodea, esas son las cosas que te hacen sentir amado.
No te dejes engañar por lo que puedas sentir. Ciertamente se siente bien ser apreciado por los demás. Pero no es ahí donde recibes el amor que te dejará satisfecho y en paz. Es una trampa que te dejará sintiéndote perdido cuando, por alguna razón, cambie la influencia externa. Las personas cambian, van y vienen, pero el amor verdadero no.
Recuerda cómo te sentías en esa carretera de dirección única rodeado de naturaleza, paz, amor y satisfacción, y disfruta del viaje sin obsesionarte con el destino. Porque sabes que el amor puede llegar a todos los destinos.
Recibes amor porque fluye a través de ti desde tu interior, desde una fuente con suministro infinito. Las fuentes externas no proporcionan amor, por mucho que a veces lo parezca. Como mucho, te inspiran para que accedas a esa fuente infinita de amor que hay dentro de ti.
Puedes compararlo con un río que fluye desde la cima de una montaña. Cuanto más cerca estés de la cima, más agua clara y pura verás. Puedes beberla, alimentarte con ella y bañarte en el río. Pero cuanto más desciendas por el río, más y más basura aparecerá. Y para cuando el agua llegue al mar, no es buena idea beber directamente del río sin purificar el agua.
Tú eres la montaña, y cuanto más te acerques a la simbólica cima, más sentirás y recibirás el amor que fluye a través de ti. Y si quieres compartir ese tipo de amor con el mundo que te rodea, tendrás que mantener tu río lo más limpio posible.
Y ese es un viaje en el que todos estamos embarcados para el resto de nuestras vidas. Es un viaje en una carretera de sentido único, no podemos compartir la carretera, pero sí podemos compartir el viaje. Gracias por acompañarme en el mío durante estos minutos.
