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Muchos de vosotros estáis sufriendo a causa del amor. Y habéis empezado un camino espiritual por ello. Pero, este camino espiritual es muy confuso, y hay un montón de fuentes y recursos por ahí que sólo lo hacen más confuso. Quieren hacerte creer que un amor especial, un amor humano o del alma, es espiritual. Y que perseguir este tipo de amor especial es uno de los propósitos más elevados que puedes tener. Algunos incluso llegan a decir que sólo una vez que logres la unión física con ese amor especial, estarás listo para completar tu ciclo de reencarnaciones como alma, y no volverás de nuevo en un cuerpo humano.
Esta creencia ha mantenido a muchos de vosotros dando vueltas en círculos, manteniendo vuestra vida en suspenso y volviendo a los mismos obstáculos una y otra vez. Si estás viendo o escuchando este episodio, que esto sea una señal para que prestes atención. Es hora de acabar con el sufrimiento, de romper el círculo.
Tres Tipos de Amor; Amor Humano, Amor del Alma y Amor Espiritual
Antes de entrar en cómo hacer esto, necesitas saber y entender la diferencia entre estos tres tipos de amor.
Amor Humano
Todos conocemos el amor humano. Está dirigido a, y causado por, un individuo específico o posiblemente un grupo de personas. El amor humano tiene un principio y un final. Se inspira en factores externos como el aspecto de esa persona, cómo se mueve, cómo habla, cómo se comporta, sus circunstancias específicas en la vida, cómo te trata, la historia que compartís en esta vida y una larga lista de etcéteras.
Todo se reduce a esto: siempre hay un factor externo como causa principal de que ames a la otra persona.
Este tipo de amor es el que más hace sufrir a la gente porque es el más común. Sin embargo, para la mayoría, una ruptura con alguien con quien sólo compartiste el amor humano es bastante fácil y rápida de superar.
Amor del Alma
Luego tenemos lo que yo llamo amor del alma. Este sigue siendo un amor especial, hace que otra alma sea especial, por encima de cualquier otra alma. Este tipo de amor es más profundo porque abarca más de una vida. Existe este conocimiento interno de que se conocen desde siempre, y a menudo ambos dirán cosas como: “Siento como si te conociera de toda la vida” o “Debemos habernos conocido en una vida pasada”.
Las personas que comparten un amor del alma suelen llamarse almas gemelas o llamas gemelas. No son lo mismo, pero ambos entran en esta categoría de amor del alma.
Muchas personas quieren hacer de esto una experiencia espiritual. Y entiendo por qué. Las almas son intangibles, están más cerca del verdadero reino espiritual y una ruptura con un amor de alma suele ser mucho más difícil de superar.
Aun así, siempre se puede encontrar un factor externo como causa de este amor. Puede que sea más intangible, pero sigue inspirado por algo que percibes fuera de ti.
Amor Espiritual
Y luego tenemos el amor espiritual. Imagino que así es como ama Dios. Sin distinciones, sin separaciones. El amor espiritual no está ligado a nada ni a nadie en concreto, no tiene límites, es inagotable e interminable, no tiene una razón externa para existir, simplemente es, y viene de dentro.
Es difícil explicar a la gente lo que se siente. Yo no lo siento siempre. Pero las veces que lo siento, es pura felicidad. Es una sensación de expansión en el corazón y en el pecho que simplemente abarca todo lo que mi percepción humana me permite.
Muchos de vosotros lo habéis experimentado, probablemente de forma inconsciente. Pero es una sensación que nunca podréis olvidar. Es dicha, es paz interior eterna, es una alegría interminable. Es tan hermoso que puede hacerte llorar. Y, por supuesto, el amor espiritual nunca puede ser fuente de sufrimiento.
La Esencia del Amor Espiritual
La principal diferencia entre un tipo especial de amor, como el amor humano y el amor del alma, y el amor espiritual es la libertad. El amor especial es limitante, siempre crea algún tipo de apego y siempre termina con sufrimiento. Ya sea causado por sentimientos de amor sin respuesta, una ruptura o la muerte, el sufrimiento acabará mostrando su cara. Es normal y nunca debe evitarse.
El amor espiritual no sabe sufrir. Dondequiera que haya amor espiritual, habrá paz, alegría y felicidad. Siempre.
Esto es libertad genuina, libre de todas tus circunstancias externas. No significa que ya no experimentarás dolor. Pero el dolor ha perdido su significado. Y el dolor sin significado no duele.
Este tipo de amor te hace querer extender los brazos, respirar esa libertad y compartirla con el mundo.
Cómo Equilibrar los 3 Tipos de Amor
En otro artículo hablaré de cómo introducir el amor espiritual en tu vida y cómo empezar a practicarlo y aplicarlo. Sería demasiado largo repasarlo ahora, pero la clave para una vida feliz y plena es encontrar el equilibrio entre estos 3 tipos de amor.
Incluso para los más avanzados espiritualmente entre nosotros, sería muy pretencioso creer que sólo se practica el amor espiritual. Como seres humanos, todos tenemos nuestros gustos y aversiones y desarrollamos algún tipo de amor y apego por las cosas y las personas que nos gustan más que otras.
Y eso es bueno, de lo contrario, nuestra experiencia humana se volvería un poco sosa. Si amáramos a todo y a todos por igual, la vida se volvería aburrida. El secreto está en comprender el amor espiritual y cómo y cuándo aplicarlo en la vida cotidiana. No sirve para decidir con quién quieres tener una cita o qué quieres comer. Pero es de gran valor cuando, de alguna manera, pierdes lo que más te gusta y amas en la vida.
El amor espiritual sólo debe practicarse en el interior. Ahí es donde siempre ha estado, y ahí es donde siempre estará. Entonces, a partir de esa práctica interior del amor espiritual, cultivarás un estado de paz y calma interior que será muy difícil de romper. Y eso te ayudará inevitablemente a navegar por tu vida en el mundo material de forma más deliberada, libre e inspiradora.
Por tanto, el amor espiritual es algo que sucede en tu mente y llega a su plena expresión en tu mundo externo a través de más paz interior, pensamientos y acciones empáticas hacia los demás y hacia ti mismo. Te da la libertad de creer y elegir lo que quieres en la vida y te permite experimentar la vida de una forma más plena.
