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Es muy fácil para cualquiera perderse en su búsqueda de la verdad espiritual. Muchas comunidades espirituales, canales de Youtube y otras fuentes de información hablan de la 5ª dimensión, de activaciones energéticas, de Mercurio retrógrado y de un montón de cosas que suenan muy bien y que, de alguna manera, te hacen sentir mejor durante un rato. Pero la verdad es que lo más probable es que la gente que habla de ello no tenga ni idea de lo que es la espiritualidad, y que no tiene absolutamente nada que ver con todo ese abracadabra esotérico.
Después de un camino espiritual de más de 11 años, que me llevó a través de muchas creencias diferentes, me siento seguro de haber encontrado una prueba muy tangible de lo que realmente muestra tu crecimiento espiritual. Y no es lo que tú crees que es.
10 signos de madurez espiritual
Vayamos directamente al grano. Si has estado saltando de una tendencia o creencia espiritual a otra, y de alguna manera continúas en esa búsqueda, tal vez quieras echar un vistazo serio y honesto a tu vida y al mundo. Deja de flotar en algún universo paralelo, en un templo budista, mientras intentas sanar el chakra 47 que te impide ser feliz y saludable aquí y ahora.
Entonces, pongamos los pies en la tierra y hablemos de las manifestaciones del crecimiento espiritual. Verás que todas tienen una energía muy similar y sus características se basan en el mismo fundamento. Estos son los 10 verdaderos signos de madurez espiritual.
- Confianza
- Honestidad
- Tolerancia
- Gentileza
- Alegría
- Indefensión
- Generosidad
- Paciencia
- Fe
- Mentalidad abierta
Todos ellos tienen la paz eterna y una profunda fe interior en quiénes y qué somos como razón subyacente para su aparición en la vida de cualquiera que se acerque a la culminación de su camino espiritual. Veamos a cada uno de ellos y cómo puedes reconocer estos rasgos en ti mismo.
Confianza
La confianza desempeña un papel increíblemente importante en nuestras vidas. A menudo no somos conscientes de ello, pero en eso consiste exactamente la confianza. Confías en la capacidad de tu cuerpo para mantener tu corazón latiendo, tu sangre fluyendo y tus pulmones respirando. Así, las cosas en las que confías están tan profundamente arraigadas en tu conciencia que lo que confías se da por sentado. Es un hecho evidente.
Pero este tipo de confianza es diferente. Se basa en un profundo conocimiento interno de quién eres. Que es mucho más profundo que tu cuerpo, tu personalidad y el carácter que has adoptado en ese cuerpo. Cuando has alcanzado la madurez espiritual, la búsqueda de quién eres ha terminado. Porque sabes quién eres. Se ha convertido en un hecho, a través de años y años, y muy probablemente incluso décadas de práctica y perseverancia verte como Espíritu. Porque eso es lo único que es la espiritualidad; la práctica de reconocer el Espíritu en ti mismo, y en todos, y en todo lo que te rodea. Una vez que hayas establecido esta verdad como tu realidad, habrás construido la base para las otras características que todas las personas espiritualmente avanzadas poseen.
Honestidad
El siguiente signo de madurez espiritual es la honestidad. Puede que te consideres honesto. Pero para entender la honestidad en el contexto del crecimiento espiritual tienes que estar dispuesto a mirar un poco más adentro. ¿Están tus pensamientos, creencias, emociones, sentimientos, acciones y palabras siempre alineados? ¿O te encuentras desalineado? ¿Y tus palabras quizá sólo reflejan lo que quieres sentir, pero no lo que tus verdaderas creencias siguen mostrando a través de tu comportamiento? ¿La confianza en ti mismo aún no está lo suficientemente arraigada en tu ser como para estar totalmente alineado?
Sólo aquellos que han sido capaces de establecer esa confianza en sí mismos serán honestos. Con las personas que les rodean, pero sobre todo, con ellos mismos. Puedes ser honesto en un sentido dualista, pero eso no evitará que te veas a ti mismo como deshonesto. La honestidad no tiene que ver con la verdad de tus palabras en este mundo. Es un reflejo de la creencia en ti mismo como Espíritu.
Tolerancia
Ser intolerante es no reconocer al Espíritu en aquello que no toleras. Por lo tanto, la tolerancia es el siguiente signo de crecimiento y madurez espiritual. Eso no significa que debas dejar que otras personas abusen de ti o te traten mal. Que seas tolerante no significa que no te defiendas en este mundo. Se trata de cómo percibes en tu mente a quienes te tratan de esa manera.
¿Los juzgas y condenas por ello? ¿Los culpas por atacarte a ti y a tu integridad como ser humano? ¿O simplemente haces lo que necesitas hacer en este mundo material, pero los ves como Espíritu en tu mente? ¿Y dejas de juzgarlos? La tolerancia es una consecuencia de ser honesto contigo mismo y con el mundo entero. Y aceptar que, sea como sea que aparezcan las cosas en este mundo, aquellos que antes no tolerabas son iguales a ti.
Gentileza
Y cuando te hayas vuelto tolerante, serás gentil con el mundo que te rodea, así como contigo mismo. Esto demuestra que la gentileza es otro signo de tu crecimiento espiritual. Si eres honesto y tolerante no puedes ser más que gentil porque entiendes que todos, incluyéndote a ti mismo, están haciendo lo mejor que pueden dadas sus circunstancias específicas y experiencias del pasado que los llevaron a los pensamientos, creencias y acciones que muestran en este momento.
De nuevo, esta gentileza no es forzada. Pero es algo que fluirá como una reacción natural a los eventos que ocurren a tu alrededor y dentro de ti mismo.
Todavía no puedo decir que soy gentil el 100% del tiempo. Especialmente, todavía tengo que aprender a ser más gentil conmigo mismo. Y al entender estos principios de madurez espiritual, ahora sé que para ser más gentil conmigo mismo, primero necesito ser más honesto y tolerante conmigo mismo. Y, créeme, es todo un proceso. Pero en los momentos en que todo encaja, veo cada vez más a menudo que la gentileza es una característica muy agradable de tener.
Alegría
¿Y qué pasa si eres honesto, tolerante y gentil? ¿No se te dibuja automáticamente una sonrisa en la cara cuando piensas que eres capaz de poseer realmente esos rasgos de personalidad desde dentro? A mí sí. Y eso tiene mucho sentido cuando se sabe que la alegría es el siguiente signo de verdadera madurez espiritual.
La vida no es fácil para ninguno de nosotros. Todos tenemos que lidiar con el sufrimiento desde el momento en que nacemos. La vida para la mayoría de nosotros suele estar llena de más momentos de sufrimiento, dolor, pérdida y decepción que de felicidad, alegría y satisfacción.
Pero si lo piensas, todas estas cosas las experimentamos dentro de nuestra mente. La situación que parece haber causado el sufrimiento sólo desencadenó una reacción en tu cerebro que provocó la sensación de sufrimiento. Así que, si puedes cambiar la forma en que percibes la situación, también puedes cambiar la forma en que la sientes. Y la alegría se convierte en una opción, incluso en circunstancias en las que cualquier otro ser humano esperaría que te derrumbaras de pena.
Indefensión
La siguiente señal de que estás en camino de convertirte en un ser espiritualmente maduro es la indefensión. En un mundo en el que todo el mundo parece ofenderse hasta por las cosas más pequeñas, esto se suele malinterpretar. Las empresas están obligando a sus empleados a dejar de utilizar palabras que contengan la palabra negro. Los hombres y las mujeres pueden ahora decidir entre innumerables tipos de género y hacer que aparezcan en sus perfiles públicos para mostrar cómo quieren que se dirijan a ellos los demás. Aunque eso no cambia lo que tienen entre las piernas.
Vivimos en una sociedad que ha cultivado la individualidad hasta tal punto que ahora genera un sinfín de conflictos y a muchos les puede provocar una actitud defensiva muy agresiva el más mínimo comentario o acción de los demás. La defensa de los derechos humanos promueve ahora la separación y la división, en lugar de la unión y la diversidad.
Pero si sabes quién eres, ¿te molestarías de verdad y te sentirías atacado? La indefensión no es algo que deba confundirse con la defensa de tu posición en el mundo. Ocurre en tu mente. No significa que debas dejarte golpear física o verbalmente. Simplemente significa que sabes quién eres, que toleras a los demás por lo que son, que eres gentil y que estás lleno de alegría.
¿Quién necesita defenderse cuando todo lo que conoces es la paz?
Generosidad
Esto nos lleva al séptimo signo verdadero de la madurez espiritual y éste es la generosidad. Tienes que entender que esto no debe ser visto en el contexto del mundo material. Ser maduro espiritualmente no tiene nada que ver con la cantidad de cosas que regalas a los demás. Tiene que ver con la percepción que tienes del mundo que te rodea.
Por ejemplo, alguien te ha hecho daño. Digamos que un compañero de trabajo difundió mentiras sobre ti que casi te hacen perder el trabajo. Y olvidémonos de cómo reaccionar en el mundo físico y de cómo tratar el asunto con tus compañeros y tu jefe, porque esto es irrelevante para la percepción que tienes en tu mente.
La cuestión aquí es, ¿qué percepción le das a esa persona que difundió las mentiras sobre ti? ¿Sigues viendo a esa persona como un enemigo y alguien de quien tienes que defenderte? ¿O eres generoso y ves a esa persona como alguien igual a ti? ¿Y reconoces el Espíritu en él o ella?
En eso consiste la generosidad. Tener la percepción correcta del mundo es muy generoso porque difunde la paz en ti y a tu alrededor.
Paciencia
Nos acercamos al final de la lista de los 10 verdaderos signos de madurez espiritual. Eso nos lleva a la paciencia, que es una señal muy clara de crecimiento espiritual. En el mundo actual, en el que todo se puede obtener con un clic y la satisfacción instantánea se ha convertido en la norma, la paciencia es una virtud que no muchos poseen.
Para explicar lo que significa la paciencia en el contexto de la madurez espiritual, citaré una parte de “Un Curso de Milagros”, que define claramente estos 10 signos como las principales características que poseen todos los maestros avanzados de Dios.
Dice lo siguiente: “Los que están seguros del resultado final pueden permitirse el lujo de esperar, y esperar sin ansiedad. Para el maestro de Dios tener paciencia es algo natural. Todo lo que ve son resultados seguros que ocurrirán en un momento que tal vez aún le sea desconocido, pero que no pone en duda. El momento será tan apropiado como la respuesta. Y esto es verdad con respecto a todo lo que ocurre ahora u ocurra en el futuro. Tener paciencia es algo natural para aquellos que tienen confianza. Seguros de la interpretación final de todas las cosas en el tiempo, ningún resultado, ya visto o por venir, puede causarles temor alguno.”
Por lo tanto, se afirma claramente que la paciencia es una consecuencia de la confianza. Al igual que todos los demás signos de la lista. Y para poder trabajar en estas características primero hay que desarrollar la confianza necesaria para alcanzar cualquier grado de madurez espiritual.
Fe
Estar seguro del resultado debe ayudarte a ser fiel a tus creencias y a la percepción del mundo que has obtenido desde que iniciaste tu camino espiritual. Ser fiel a tus creencias se expresa en la fe, que es el siguiente signo de madurez espiritual.
¿Te dejas distraer y desviar tu comportamiento por las circunstancias externas de tu vida? ¿O eres fiel a la calma y la paz que reside en tu interior debido a la confianza en quien eres?
¿Son los cimientos que has construido dentro de ti lo suficientemente fuertes como para resistir las tentaciones del mundo? ¿O seguirás viéndolo como lo que es?
Esto no significa que debas suprimir esas tentaciones. Simplemente tienes que entenderlas. Y cuando puedas verlas por lo que son, podrás decidir si caer en la tentación o no. Tu fe no se demuestra llevando a cabo tus deseos ocultos o no, simplemente se muestra en la forma en que los percibes.
Mentalidad abierta
Y la fe nos lleva al último signo de madurez espiritual de nuestra lista, una mentalidad abierta. Para entender cómo una mentalidad abierta se relaciona con tu crecimiento espiritual, sólo tienes que ver el vínculo con el juicio. Sólo aquellos que no juzgan son de mente abierta.
Cada vez que juzgas a alguien o algo, estás cerrando una parte de tu mente. Porque determinas que alguien o algo es digno de ser puesto en una caja donde tu opinión es más fuerte que tu confianza en lo que eres.
El único juicio que harás una vez que hayas alcanzado la etapa de verdadera madurez espiritual es uno en el que veas al Espíritu en ti y a tu alrededor, y nada más. Espero que puedas ver que esto es algo que la mayoría de nosotros no logrará en esta vida. El mundo que nos rodea nos obliga a juzgar. Y se necesita una gran determinación, fe y confianza para seguir mirándolo desde la perspectiva del Espíritu eterno e inmutable que eres.
Así, con esto cerramos nuestra lista de 10 verdaderos signos de madurez espiritual. Con los pies en la tierra, sin toda la palabrería y los adornos esotéricos. Es algo con lo que puedes trabajar diariamente. Comprende que si quieres crecer espiritualmente, lo único que tienes que hacer es reconocerte a ti mismo, y al mundo que te rodea como Espíritu. Y construir tu confianza en esa visión. Todo lo demás vendrá como un efecto natural de esa confianza.
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