El perdón requiere tiempo. ¡Esta es la razón!

No estoy seguro de ti, pero a mí me llevó mucho tiempo en mi vida empezar a entender qué es el perdón y cómo aplicarlo en mi vida diaria. Especialmente en los últimos años, llegué a una comprensión mucho mejor de lo que realmente es el perdón y no era en absoluto lo que yo pensaba que era.

Por qué el perdón requiere tiempo

El perdón lleva tiempo porque requiere que cambies absolutamente todas las creencias que tienes de la vida y de ti mismo. Y entender este concepto y aprender a aplicarlo a tu vida lleva tiempo. Pero definitivamente valdrá la pena y creará una inmensa sensación de paz interior.

El perdón del mundo

Antes de que puedas aplicar el perdón que realmente te traerá paz, es una muy buena idea aprender sobre la diferencia entre el perdón como el mundo lo entiende y el verdadero perdón. El perdón como lo entiende la mayoría del mundo es bastante sencillo de explicar. Es algo que uno hace cuando ha sido herido de una u otra manera. Por otra persona, por ti mismo o incluso por una situación de la vida. La idea que subyace es que perdonas a la otra persona, a la situación o a ti mismo por haberte hecho daño. Y a través de esa acción, se supone que puedes encontrar la paz con lo sucedido.

Pero hay un gran problema con la comprensión de este tipo de perdón. Sigue culpando a la otra persona, a ti mismo o a la situación por el daño y el sufrimiento que te causó. Y eso no es realmente perdón. Porque sigues señalando con el dedo acusador a algo que está fuera de ti. El perdón del mundo es algo así: “Tú me hiciste daño, por lo tanto tú eres malo y yo soy bueno. Y yo soy la víctima, pero soy la persona buena aquí y por eso te digo que te perdono por hacer eso que me hirió. Y al hacer esto continúo afirmando que tú eres el culpable de mi sufrimiento y sigo tratando de poner la responsabilidad de mi daño y sufrimiento y problemas en ti, en lugar de en mí mismo”.

Esto no es el verdadero perdón. No cambia la situación. Estas son sólo palabras que pones en el universo, o tal vez sólo en tus propios pensamientos, pero no cambian nada. Sólo refuerzan el hecho de que eres la víctima y que fuiste herido por alguien o algo fuera de tu control.

El verdadero perdón

El verdadero perdón dice algo completamente diferente y es algo así “Te perdono por lo que creí que me habías hecho pero que en realidad nunca sucedió. Me perdono por haber percibido la situación incorrectamente y por haberme comportado como una víctima. Tú no tienes la culpa de mi sufrimiento porque somos uno en Espíritu. Somos lo mismo. Venimos de la misma fuente y seguimos siendo uno dentro de esa fuente. Estamos unidos como Espíritu que proyectó esta situación por la que ambos estamos pasando para huir del amor y tratar de preservar nuestra identidad individual para sentirnos especiales y diferentes.

Sin embargo, ahora que soy consciente de esta situación soy capaz de dejar ir esa creencia. Y de amarte, y de amarme, porque sé que en realidad eso es lo único que realmente existe. En mi mente y en mis pensamientos ahora ya no me siento una víctima. Y no te veo como el culpable de mi sufrimiento. Y esto es lo que realmente me trae paz interior. Somos iguales. No soy mejor que tú, ni tú eres peor que yo. Estamos juntos en esto”.

El perdón es instantáneo, aprender a perdonar lleva tiempo

Entonces, cuando entiendes esto, llegas a ver que el perdón en sí no lleva tiempo en absoluto. Es instantáneo. En el momento en que eres capaz de percibir al otro como uno contigo como Espíritu, ni siquiera necesitas perdonar porque tu concepto y tu percepción del mundo ya están unificados. Y el acto de perdonar es el acto de unificar el mundo y tu percepción como uno. Sin embargo, puedes imaginar que llegar a esta comprensión en todo momento en todas las situaciones de tu vida, lleva tiempo. Por lo tanto, esto es lo que lleva tiempo. Aprender lo que es el verdadero perdón y cómo aplicarlo en tu vida diaria puede llevar muchos años y a veces incluso toda la vida.

El verdadero perdón como estilo de vida

Pero cuando te des cuenta de que el verdadero perdón es lo único que puede darte la libertad total, querrás aprender a aplicarlo siempre. Todo el mundo puede ir por la vida sabiendo que es su percepción y sólo su percepción lo que le convierte en víctima. Por otro lado, casi nadie elige deliberadamente vivir este estilo de vida. Porque al principio, y me refiero a muchos muchos años o incluso décadas, es extremadamente duro y difícil ir por la vida con el conocimiento y la suposición de que nada ocurre fuera de ti mismo y que, en consecuencia, nunca puedes ser víctima de nada.

Es mucho más fácil vivir tu vida pensando que no puedes controlar todo. Que algunas cosas en tu vida, y especialmente las cosas malas de la vida, fueron causadas por otras personas y forzadas sobre ti. Porque eso significa que no eres responsable de tu propio sufrimiento, tu propio dolor y tu propia miseria en la vida. Asumir la responsabilidad de absolutamente todo en tu vida, lo bueno y lo malo, requiere mucho valor. Y a veces te parecerá que no eres capaz de manejar toda esa responsabilidad. Pero lo que tienes que entender es que no se trata de lo que ocurre en tu vida. No se trata del mundo exterior. Se trata de cómo percibes el mundo externo y de lo que aparentemente te está ocurriendo, de lo que tienes que responsabilizarte. Porque es tu percepción de la situación la que determina tu experiencia en tu mente.

Cómo perdonar de verdad

Así que eso significa que practicar el verdadero perdón es en realidad la práctica de cambiar tu percepción de una mentalidad dualista a una mentalidad no dualista. Es realmente una forma completamente diferente de ver y entender toda tu experiencia como ser humano en este universo.

Entonces, ¿cómo se perdona en la práctica? Lo explicaré citando una parte de mi libro en la que explico exactamente lo que hago cuando perdono.

El acto real de perdonar puede ser más fácil y más tangible en tu mente si tomas el tema de tu sufrimiento en tu mente y luego visualizas más allá de todo lo que puedes ver con tus ojos físicos. Más allá de los cuerpos, más allá de la tierra, del sistema solar y de las galaxias, un círculo brillante de luz que se extiende hasta donde puedas ver. Todo el círculo se llena de luz, los límites desaparecen y lo que está en la luz ya no está limitado. La luz se expande y lo encierra todo, extendiéndose interminablemente en la eternidad sin perder nunca su brillo, y sin separación en ningún lugar. Dentro de esta luz, todo está unido como uno en perfecta unión sin posibilidad de pensar en nada fuera de esta luz ya que lo abarca todo.

Es la verdadera percepción del Hijo de Dios cuya identidad te es muy familiar. Es la visión de ti que reconoce a tu Padre. Es tu recuerdo de lo que eres, un rayo de luz con toda la luz dentro de sí mismo unido en toda la luz como toda la luz está unida en ti. Es tu perfecta Unicidad con Dios. Agradece esta oportunidad de unirte a Él y permanece en este estado de paz eterna, alegría y felicidad durante todo el tiempo que puedas.

Lo que el perdón hará por ti

Entiendo que este ejercicio puede parecer muy esotérico o no tangible y eso es normal porque todavía lo ves con una percepción del mundo tangible, del mundo dualista. Pero puedo decirte que mientras sigas percibiendo una y otra vez este mundo dualista seguirás sufriendo. Y es tu elección seguir sufriendo. Mi mejor amigo y yo estamos en un camino muy similar. Él está un poco más avanzado en su camino de comprensión y aprendizaje y de aplicación del perdón en su vida diaria. Pero yo también he estado haciendo esto de manera muy consistente desde hace algunos años. Y lo único que puedo decir es que cuando practico honestamente el perdón, y perdono de verdad, todo el sufrimiento desaparece en ese momento.

Y cuando empezamos este viaje, tanto mi amigo como yo lo pasamos muy mal. Porque el efecto del perdón no duraba mucho, tal vez a veces unos segundos, unos pocos pensamientos. Pero ahora ambos hemos llegado a un lugar en el que muy a menudo tenemos esta conducta pacífica a lo largo de nuestros días. Y a pesar de la agitación, en la que este mundo loco está en este momento, ambos estamos encontrando que nuestro mundo interior es más pacífico que nunca.

Hemos asumido la responsabilidad de nuestra propia percepción del mundo y hemos trabajado muy duro para cambiar nuestra percepción de esta visión dualista del mundo a una comprensión espiritual más verdadera del mundo. Y para entender que no somos el cuerpo, que no somos nuestra alma, que no somos nuestra identidad, sino que somos Espíritu. Y confiamos en el proceso de otros que lo hicieron antes que nosotros.

Y lenta pero seguramente ahora estamos empezando a ver los increíbles beneficios de todo ese duro trabajo. Y es tan inspirador y motivador continuar porque es sólo el comienzo de nuestro viaje hacia la paz interior eterna. Pero es un buen comienzo. Y lo único que puedo hacer es animaros a todos a que dejéis de apuntar con el dedo acusador a vuestras circunstancias, dejad de comportaros como víctimas y asumid la responsabilidad de cómo percibís el mundo. De cómo percibís vuestro propio sufrimiento. Y tomad el control de vuestra paz interior porque eso es lo que os dará el perdón.

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