El amor es como el agua

El vídeo de hoy será un poco diferente. En el momento de preparar el contenido de este vídeo, estaba acostado en la cama anoche. Y he tenido toneladas y toneladas de trabajo en mi trabajo de oficina que no me han permitido preparar este vídeo antes. Pero me comprometí a este proyecto y a publicar un vídeo los domingos y otro los jueves cada semana. Y trataré de seguir haciéndolo, también esta semana. Si veis que este vídeo se ha publicado un jueves, es que de alguna manera lo he conseguido. En este vídeo quiero compartir algo personal que ha sucedido no hace mucho tiempo y que está muy relacionado con lo que realmente es el amor.

La historia de fondo

Primero creo que tengo que daros un poco de historia de fondo. Las personas que me han seguido en mis antiguos canales de Youtube probablemente saben un poco más sobre la historia. Pero nunca he hablado de esto en público. El 3 de abril de 2016, conocí a una chica. Nos enamoramos y pasamos unos meses increíbles juntos. Me hizo sentir como en casa desde la primera vez que la vi. Era la chica más hermosa que había visto, y de alguna manera la reconocí. Reconocí su alma, su Espíritu.

Me casaría contigo mañana mismo

Siempre fue muy reservada y no parecía sentirse cómoda hablando de sus sentimientos. Pero nunca me sentí tan amado como ella me hacía sentir. Sólo por los gestos que tenía, y la forma en que me miraba. Y sobre todo por la forma en que me tocaba cuando no podía verle la cara. Un día estábamos juntos y me sentí tan increíblemente bien con ella y me sentí inspirado a pararme y decirle: “Me casaría contigo mañana”. Para mi sorpresa, ella me miró y respondió: “Yo también”. No me lo esperaba en absoluto. Así que reaccioné y dije: “Espera, ¿qué? ¿De verdad?”. Y ella respondió de nuevo y dijo: “Sí, de verdad”. Le dije que eso era bastante profundo e inesperado porque ella nunca hablaba de sus sentimientos. Y ella lo confirmó y me dijo que tenía razón.

Así que pensé que a partir de ese momento todo iría a mejor y que nos acercaríamos aún más. Sin embargo, ocurrió lo contrario. Ella se comunicó aún menos conmigo sobre sus sentimientos, empezó a pedir tiempo para sí misma, y creo que sólo dos o tres semanas después de ese momento rompimos. Y desapareció sin ninguna explicación.

De esto hace ya casi cinco años y en estos años ha aparecido algunas veces. Hemos tenido algunos momentos de comunicación. Pero nunca he entendido realmente qué pasó y por qué desapareció. Por supuesto, he hecho algunas suposiciones y tengo una intuición sobre lo que pasó. Pero no puedo saberlo con seguridad.

Pero, esto no es de lo que trata este vídeo. Nunca en mi vida he sentido que quería casarme con alguien hasta que la conocí. Nunca en mi vida, después de conocerla, he sentido que quería casarme con otra persona. Sólo con ella, he sentido ese sentimiento hasta hoy. Estaba 100% seguro de que quería pasar el resto de mi vida con ella. Y hasta el día de hoy, acostado en mi cama mientras preparaba este vídeo, ella sigue siendo la única con la que querría casarme. Y aunque parezca una locura, me casaría con ella mañana mismo.

Cinco años difíciles

Pero claro, han pasado cinco años y no han sido cinco años fáciles. He sufrido mucho y me ha costado mucho intentar darle un lugar a esto en mi vida. Y tratar de entender lo que pasó de una manera u otra. Y por qué pasó. Y nunca fui realmente capaz hasta que empecé a entender y a sentir realmente en mi interior que el amor, el verdadero amor, no es lo que la mayoría de la gente cree que es. Y definitivamente no es lo que yo creía que era o cómo lo estaba manejando en realidad.

Una experiencia surrealista

Y recientemente, hace unas semanas, sucedió algo muy extraño. Hace más de un año que no estamos en contacto y hace incluso mucho más tiempo que tuve el último contacto por parte de ella. Entonces, estaba caminando hace unas semanas en un sábado. Me sentía bien e iba a la playa a dar un paseo y en algún momento, sentí el impulso de mirar mi teléfono que llevaba en el bolsillo. Saqué el teléfono y vi el nombre de esta chica en la pantalla y me quedé completamente sorprendido. Porque pensé que me estaba llamando ella.

Antes de entender lo que podía hacer o lo que estaba pasando y exactamente cuando intenté tocar la pantalla y contestar la llamada, su nombre desapareció de la pantalla. Entonces, miré el historial de llamadas y me di cuenta de que en realidad era yo quien la llamaba. Y aparentemente, había habido una conexión durante más de un minuto. Así que supongo que le dejé un mensaje en el buzón de voz, o tal vez incluso cogió el teléfono. Aunque lo dudo.

Lo que me sorprendió es que todavía no sé cómo la llamé mientras tenía el teléfono en el bolsillo. Porque la última vez que la llamé fue hace más de un año y medio y ella no estaba en las conexiones recientes de mi teléfono en absoluto. Así que no tengo ni idea de cómo mi teléfono, en primer lugar, fue desbloqueado y cómo fue capaz de elegir su número y hacer esa llamada. Se siente muy surrealista. Pero es lo que pasó. Y, por supuesto, me trajo recuerdos. Y me hizo reflexionar sobre lo que sentía por la situación y cómo el amor por ella no ha cambiado en absoluto en todos estos años. Pero que mi apego a ella ha desaparecido.

El amor verdadero no muere

He tenido algunas relaciones de más o menos larga duración en mi vida y si me preguntas ahora mismo si todavía las quiero a nivel romántico te diría que no. Ya no sería capaz de sentir esa misma conexión con ellas. Obviamente, por eso rompimos y por eso ya no estamos juntos. Pero he aprendido con los años que el verdadero amor es algo completamente diferente. El amor verdadero no se detiene si una de las dos personas de la relación deja de amar, o tal vez ella no dejó de amar, sino que simplemente se alejó por cualquier motivo. Puedes preguntarte si es amor verdadero cuando el amor no es correspondido y entonces, en algún momento, dejas de amar. ¿Fue entonces realmente amor verdadero? ¿O era simplemente un amor condicional? Amas porque el amor te es correspondido. Eso no es realmente amor.

Por supuesto, tienes que hacer una distinción porque cuando estás en una relación y alguien rompe contigo tienes que lidiar con eso. Y tienes que seguir adelante con tu vida. Eso no significa que no puedas rehacer tu vida y conocer a otra persona y que tengas que quedarte estancado en el amor a esa persona para demostrar que es amor verdadero. No funciona así, tú también puedes amar a otra persona. Pero ya han pasado cinco años y la quiero exactamente igual que cuando estábamos juntos. Y lo he dicho antes. Y aunque parezca una locura, me casaría con ella mañana mismo, todavía.

El amor es como el agua

Pero eso no significa que no haya superado la relación. No significa que no haya seguido adelante. Me di cuenta de que el verdadero amor no muere. No cambia. No aumenta ni disminuye su fuerza, es eterno, para siempre. Y es inmutable y lo abarca todo. Porque el verdadero amor es como el agua. El agua va donde se le permite ir. Lo mismo ocurre con el amor. El amor puede ser contenido sólo si hay barreras para mantenerlo contenido. Pero si quitas las barreras, fluye a cualquier parte. Y creo que es una comparación perfecta. El agua y el amor tienen las mismas propiedades.

Si eres frío, se queda estancado y acaba por congelarse. Pero si estás demasiado caliente, lo que significaría demasiado intenso, demasiado cercano, demasiado encima de ella, demasiado controlador y demasiado posesivo, se evapora. Pero cuando estás exactamente a la temperatura adecuada no es frío, no es cálido. Es perfecto. Y te nutre, como lo hace el agua. Si tratas de contenerlo, de construir barreras a su alrededor, simplemente llenará el recipiente y acabará desbordándose. Así que, si quieres beneficiarte del amor verdadero, no debe haber barreras. Debe haber suficiente atención. En otras palabras, no debes ser demasiado frío. Pero también debes permitir la libertad. En otras palabras, no ser demasiado caliente. Debe ser lo justo, permite que el agua, el amor, simplemente sea. Deja que te nutra y que fluya donde tiene que fluir. Sin barreras, sin contenedores, sin control. El amor irá donde se le permita ir.

Y al igual que un poco de agua no puede hacer ningún daño, un poco de amor no puede hacer nada. Pero al igual que un montón de agua tiene mucha fuerza y puede dar forma a las rocas y destruir los paisajes y romper las barreras de la misma manera que un montón de amor llegará a cualquier lugar. Y romperá todas las barreras con tal fuerza que no se podrá contener.

Así que mi amor por ella es como el agua. Llega a cualquier lugar donde pueda ir. Incluso a mi bolsillo, a mi teléfono bloqueado, a mi lista de contactos y a hacer una llamada. Lo bonito es que no estoy apegado a ella. El amor ya no me destruye. Porque se transformó en amor verdadero. Y dejo que me alimente, me inspire y sea una fuente de felicidad desprendida. Y cada día me recuerdo que el amor es como el agua.

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