Cómo estar enamorado y no dejar que te cambie

Entonces, por fin has vuelto a encarrilar tu vida, te has sanado, has invertido tiempo en ti mismo, en tu crecimiento personal y espiritual, y has vuelto a ser tú mismo. Te has tomado tiempo para conocerte a ti mismo, tus preferencias y los traumas ocultos que te habían impedido ser tú durante tanto tiempo. Deliberadamente, no te has precipitado de una relación a otra porque sabías que eso sólo aumentaría el daño interno que ya tenías que trabajar.

Y aquí estás, fuerte, seguro, consciente de ti mismo y humilde al mismo tiempo. Abierto a interactuar con el mundo de nuevo. Y te enamoras…

Esta vez, vamos a hacer las cosas de manera diferente. Esta vez, alguien tendrá que arriesgarse por ti por lo que realmente eres.

Cómo estar enamorado y no dejar que te cambie

A menudo, cuando nos enamoramos, cambiamos. Cambiamos lo que somos y tratamos de convertirnos en lo que creemos que la otra persona quiere que seamos. Ahora bien, no cabe duda de que ciertos cambios son buenos. Porque el amor inspira. Así que, por supuesto, deja que la inspiración fluya y que te lleve a nuevos lugares internos y externos. Esa es la parte buena.

Pero, al mismo tiempo, existe ese miedo. Miedo a perder lo que ya tienes, o miedo a no conseguir lo que deseas. Ambos te llevan a actuar y pensar de forma que te hace depender de otra persona. Y esto hace que dejes que tu bienestar dependa de la aprobación de tus pensamientos y comportamiento por parte de otra persona.

Que quede claro, no estoy hablando de que vayas a una cita a un museo cuando normalmente no te gustan los museos. Lo que haces no determina tu energía ni remotamente tanto como el objetivo de que hagas esa cosa en particular. Por lo tanto, si la razón por la que vas al museo es para agradar y causar una impresión, será una representación totalmente errónea de quién eres. Si tu objetivo es pasar tiempo con esa persona y tal vez aprender una o dos cosas que normalmente no hubieras aprendido, pero no te paseas por el museo fingiendo que es lo más interesante del mundo para ti, entonces sigues siendo fuerte en tu propio carácter, no cambias lo que eres.

Cambiar por alguien a quien quieres

Por supuesto, siempre que estés en una relación estable habrá momentos en los que tendrás que encontrar ciertos compromisos. Tendrás objetivos comunes, así como objetivos individuales, y si estás en una relación sana, éstos estarán bien equilibrados y recibirán el apoyo de tu pareja.

Pero no es de esto de lo que estamos hablando aquí. Muy a menudo, uno de los dos en una relación se adapta completamente al estilo de vida de la otra persona, a su familia, a sus amigos, a sus hábitos alimenticios y a una larga lista de etcéteras.

Esta persona se aniquila y se convierte en una cáscara de lo que era antes de enamorarse. Feliz por fuera, total y absolutamente perdida y destruida por dentro. Esto siempre conduce a una relación infeliz para ambos. Pero muchas veces, ninguno de los dos tiene el valor de dar el paso de romper. Porque se ha convertido en un refugio seguro. Para uno se siente seguro porque todos los deseos se cumplen y la vida de la familia se adapta completamente a sus deseos. Pero aún así, se siente infeliz porque su pareja es débil, poco atractiva y no se parece en nada a cuando empezaron a salir. Y el otro se siente protegido porque no tiene que cargar con la responsabilidad de tomar ninguna decisión y se siente bien al tener a su alrededor personas que parecen preocuparse por uno. Pero aún así, se siente infeliz porque no puede ser realmente quien es. Perdido, traumatizado e inseguro.  

Si amas a alguien déjalo ir

A veces, esto lleva a una ruptura. Porque o bien la fuerza dominante dentro de la relación no puede seguir viviendo con alguien sin carácter y personalidad propia. Entonces esta persona continuará con otra persona, tratando de hacer lo mismo, pasando por una ruptura muy similar una y otra vez. A menos que esta persona tome consciencia de sí misma y comience a respetar, amar y alimentar la individualidad del otro.

O la contraparte sumisa dentro de la relación está tan rota que tiene que liberarse para descubrir quién es realmente. Entonces también se inicia un camino para ser más consciente de sí mismo.

No quieres estar en este tipo de relación, ¿verdad? Entonces, ¿por qué hay tantos que se conforman exactamente con esto? Una relación que acabará rompiendo a ambos.

Así que, desde el primer día, cuando te enamores. Deja que se vaya.

Lo que quiero decir aquí es que le dejes ser quien es. Fomenta y alimenta la individualidad y las diferencias. Apoya a tu pareja para que sea fuerte e independiente. Y domina tu impulso interior de controlarlo, y de empujarlo a algo que te haga sentir más cómodo y seguro.

¿Puedes estar enamorado de alguien y dejarlo ir?

Y esto, para mucha gente, es una de las cosas más difíciles de hacer. Pero hay que entender que es algo que ocurre sobre todo en la mente. Tus acciones y palabras pueden estar diciendo que lo dejas libre, que apoyas su individualidad. Pero si tus pensamientos no están alineados, y por dentro te está muriendo y estás constantemente encima de él, rastreando sus redes sociales, su última actividad en sus diferentes perfiles, etc. Esto seguirá teniendo el mismo resultado. Porque, aunque no lo creas, tu energía habla más que las palabras.

Así que, cuando estás enamorado no sólo puedes dejarlo ir, para asegurarte de fomentar y mantener una relación sana, tienes que dejarlo ir. No físicamente, sino mentalmente.

Si amas algo libéralo

Y todo esto está relacionado con tu capacidad para desvincular tu bienestar, paz y felicidad de tus circunstancias externas. Es probablemente lo más difícil de hacer para cualquier ser humano. Pero es la única manera de alcanzar y preservar la verdadera paz interior.

Así que, si amas algo, libéralo. Porque al liberarlo, tú te vuelves libre. Y cuando eres libre, puedes ser quien realmente eres. Y esto es extremadamente atractivo. Esto es exactamente lo que atrae a otras personas hacia ti.

Alguien que es independiente, libre, que dice lo que piensa de una manera bien expresada, humilde, pero segura. Alguien que tiene pensamientos e ideas propias, con objetivos y metas claramente definidos en la vida. Alguien con pasión por lo que hace, alguien que emana energía positiva, que engancha a la gente, no por sus palabras, sino por lo que es.

¿Es cierto que si dejas que alguien se vaya, volverá?

Hay un dicho que dice que si dejas que alguien se vaya, volverá. Por supuesto, esto no es cierto. Depende de las circunstancias específicas de las dos personas implicadas. Pero, a estas alturas, espero que entiendas que dejar ir a alguien es un proceso mental de proporcionar total libertad a la otra persona y a ti mismo.

Y una vez que te hayas vuelto a conocer a ti mismo, y te hayas convertido en ese hombre o mujer independiente, seguro de sí mismo, humilde y atractivo que siempre has sido en el fondo, entonces, por supuesto, las posibilidades de que él o ella vuelvan son mucho mayores.

Pero que no sea el objetivo de tu transformación. Porque entonces tu transformación no es real. Y sólo serán palabras, y manifestaciones externas, mientras en tu interior sigues dejando que tu paz y felicidad dependan de un resultado concreto. Confía en el proceso. Quién sabe, tal vez, conozcas a alguien que realmente esté dispuesto a apostar por ti por lo que eres. Y tu experiencia de lo que puede ser una relación humana también se transformará por completo y se elevará a niveles que ni siquiera habías soñado.

¿Cómo saber si alguien está destinado a estar en tu vida?

A veces, las cosas se sienten como si estuvieran destinadas a ser. Y nos quedamos atascados en ese sentimiento cuando por alguna razón esa persona ya no está ahí. Y entramos en bucles de pensamientos, sin entender por qué el destino no se está cumpliendo de la manera que creíamos que tenía que hacerlo.

¿Cómo saber si alguien está destinado a estar en tu vida? La realidad es que esta es una pregunta muy fácil de responder.

Mira a tu alrededor. ¿Quién está en tu vida ahora mismo? Te puede gustar o no, pero así es exactamente como tenía que ser. Cuando pensamos en el destino, tendemos a pensar sólo en las cosas buenas. Pero la verdad es que todo, lo bueno, lo malo, lo regular, todo está destinado a ser como es. Si no, no sería así. Sería diferente. Pero no lo es.

Así que, la próxima vez que te preguntes por qué sigues solo, pregúntate si te has dado tiempo para conocerte y si te has dado permiso para ser tú. A ser libre. Y si permites a los demás ser libres también. No con palabras, sino con pensamientos, sentimientos y emociones.

En otras palabras, se tú mismo. Y sólo entonces conseguirás conocer a otra persona de la manera correcta. Esta vez, alguien tendrá que apostar por ti por lo que eres. Así podréis elevaros mutuamente y alcanzar nuevas alturas individualmente, y juntos.

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